domingo, 24 de febrero de 2008

Propuesta

Hay que robarnos la Tierra, que la humanidad se quede sin planeta y si te parece, les dejamos la basura y las armas y si también estás de acuerdo, cargamos con él y la llevamos a otra galaxia donde no se requieran más que dos personas, sus instintos, una cama diurna y un beso cada vez que se necesite.

Adán y Eva nuevamente

¿Y si tocamos las puertas del Paraíso? es posible que la serpiente aún nos espere, si no mal recuerdo a ella no la expulsaron ; regresemos desnudos, silvestres y quizá se nos perdone que hayamos vivido con ropa y que nuestras panzas se llenaran de innumerable comida enlatada. Reiniciemos los besos puros y la fornicación sin ese pecado original y sin Dios, porque estará dormido o sembrando manzanos para ver si caemos nuevamente.

Un beso

Hay un beso que nos espera en algún lugar secreto de la ciudad, quizá detrás de la lluvia o de la luna del aparador; en medio del tráfico o bajo las alcantarillas; en el morral sin destino de aquél indigente, en esa caja de korn flakes que diario te alimenta o tal vez tú lo escondes sin saberlo y yo necesito buscarlo con tenacidad por tu cuerpo.

Un beso para mí

Inventa un beso para mí, uno que incluya toda la tarde, que también contenga tu cuerpo entero; no estaría mal si tuviera un hechizo y si fuera necesario, una mentira piadosa.

Todos

Sí, todos llevamos un poeta dentro, en algunos casos es un poeta desconsolado y en otros, un poeta sin manos; hay quienes cargan con el cadáver de su poeta esperando en vano su resurrección. Sin embargo, los poetas son innecesarios cuando llevas la poesía en tus ojos, en tu andar, en tus suspiros, en tu silencio, en los besos que imagino y en la espiral de tu vuelo de mariposa de miel virgen.

Retorno

Hoy regreso a tu voz, a tu cuerpo, a tu luna roja y a tu mar de sueños; hoy regreso a tu nombre, a tu canto negro, a tu cabello larguísimo y a tus dioses que comen hambre; hoy regreso a tu cruzada, a tu conquista animal y a tus besos que sacrifican el alma; hoy regreso a ti.

Tu silencio

¿Qué clase de demonio es tu silencio? Viene a mí, me seduce, duerme conmigo y como amante cruel, temprano se marcha; me deja su frío y su infatigable sed. Prefiero recordarte como ángel de palabras tibias, aunque sea en silencio.

Veneno

Son tus labios veneno, veneno inmoral de belladona que se vuelve necesario; vital para seguir agonizando lentamente, sin antídoto y sin anestesia; sintiéndolo en el alma propia y en la carne impropia. Hoy especialmente necesito de mi dosis diaria.

Gracias

Gracias por tu piel, por tus abrazos y por el azabache de tus ojos; gracias por pecar en mi alma.

Mismo cuerpo

Tú y yo estamos clavados en la misma cruz, sangramos de las mismas heridas, morimos igual y resucitamos en el mismo cuerpo, al tercer día por cierto.

El buen dios

Cada ser humano tiene su propio abismo y de los millones que existen, los nuestros fueron tocados por el buen dios de los sueños carnívoros, el de la piel chinita sin fin, el de los besos hipnóticos.

Mensaje

Al rato te visito, prepara la desnudez de tu alma y si se puede, la de mi cuerpo

Tenerte a tí

Tenerte a ti, es como tener tres amantes, tres demonios femeninos ayuntándome hasta la muerte chiquita, hasta la muerte grande; es como besar tres corazones, tres pares de senos, como recibir besos de tres bocas y un abrazo de cierta diosa hindú. Te multiplicas en mi cuerpo y agradecido me quedo sin aliento

Comiendo una hora después

Mis manos tiemblan sin control, me llevo con dificultad la cuchara a mi boca, sigo en tu mar, en tu vaivén, en tu cuerpo orgásmico, en tu regazo de seda nocturna.